La Asignación Universal por Hijo (AUH) nació como incentivo económico hace unos 14 años; desde entonces, se perdió gran parte de su poder de compra debido a los índices de inflación. Los datos reflejan que el plan empezó cubriendo el 80% de la canasta básica de un niño, mientras que ahora apenas llega a un 26%.
La ayuda monetaria surgió en 2009 como un proyecto de la Coalición Cívica, que fue tomado por el kirchnerismo. En aquel entonces, la pobreza era de un 33%; hoy la cifra subió siete puntos.
El análisis realizado por el economista Ricardo Delgado, de la consultora Analytica, indica que la inflación fue ganando cada vez más espacio en los sectores populares. “No haber atendido el drama inflacionario es letal para los chicos más vulnerables. Estabilizar es socialmente progresivo: no hay nada más regresivo que esta inflación”, dijo.
Además, aportó que “en el macrismo, el nivel de cobertura de la AUH se movió entre el 30-40%, mientras que ahora está en 26%”. En tanto, si se computa la suba que está prevista para septiembre y que va a llevar el monto a $ 17.093, sumándole los $ 17.000 de la Tarjeta Alimentar, la cobertura llega a un 46%.
Esta suma se logrará sólo en los casos en los que el niño sea menor a 14 años, dado que el cobro de la Tarjeta Alimentar no abarca a los adolescentes de entre 15 y 18 años.
Según estos datos, Delgado identifica que la Tarjeta se puso en marcha como un complemento de la AUH en enero de 2020 y no es universal, como sí lo es la asignación que es interpretada como una “política de Estado por casi todas las fuerzas políticas”.
Más pobreza
Un factor importante en el análisis es la pobreza, que además se espera que empeore. La última medición del INDEC marca que la variación fue del 39,2% en el segundo semestre del 2022, y para este que viene se espera un 40%.
Además, se estima que los registros empeoren en el segundo semestre del año, de la mano de una inflación que se perfila a cerrar el 2023 con una base de 170% anual. Entonces, la pobreza podría superar el pico de 42% que se alcanzó en la pandemia y llegar a su mayor marca después del 44% de 2004.
La medición fue realizada por Martín Lozada, economista de la Universidad Di Tella, quien indica que “los datos oficiales del primer trimestre de 2023 sugieren una tasa de pobreza de 38,7%, mientras que en nuestra estimación anterior esta tasa se estimaba en 39,8%”.
“Con esta estimación de la incidencia del primer trimestre, la tasa de pobreza del primer semestre de 2023 que publicará el INDEC a fines de septiembre, se estimó en 41,5%”, precisó el experto.
En tanto, un informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) apunta a que, sin la AUH y la Tarjeta Alimentar, la cantidad de personas bajo la línea de pobreza llegaría al 50%.
Agravantes económicos
En números, y siguiendo la medición del economista Fernando Marull, la canasta de pobreza para una familia con tres hijos llega a $ 297.646, mientras que las ayudas sociales completan $ 188.093.
“Hoy las ayudas sociales, aún con los aumentos previstos para septiembre, están en el nivel más bajo desde abril de 2021”, remarcó el profesional. E indicó un agravante: hoy, una familia en la que cobran dos salarios mínimos, gana tan sólo $ 225.000, es decir, no cubre la canasta.
Los expertos analizan que para reducir la pobreza al 30%, se necesita un crecimiento sostenido del 2% anual durante 10 años. El panorama parece entonces oscurecerse, dado que para este año se prevé que la economía caiga un 3%.
“Estabilizar la economía con este panorama social es un enorme desafío político. Casi la mitad de los argentinos están en la pobreza y no van a poder soportar un ajuste mayor”, determinó Delgado, sumándole desafíos al próximo gobierno.